El Gobierno rebajará el tipo impositivo en todos los tramos del IRPF, según han confirmado los sindicatos tras reunirse con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para explicarles las líneas generales de la reforma fiscal que aprobará el próximo viernes. De esta forma, Hacienda rebajará tanto el tipo mínimo del IRPF como el tipo máximo del impuesto (52%), que se aplica para las rentas más altas, aquellas que rebasan los 300.000 euros.
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha asegurado a la salida de la reunión que el Ejecutivo se ha comprometido a bajar los tipos de todos los tramos del IRPF. Hacienda ya avanzó que reducirá los siete tramos actuales hasta cinco (en algunas comunidades llegan hasta nueve), de esta forma la rebaja fiscal que contempla la reforma traerá bajadas para todos los contribuyentes. El tipo marginal máximo del IRPF está ahora en el 52% con carácter general aunque llega hasta el 56% en algunas comunidades como Cataluña o Asturias. El Gobierno reducirá este tipo máximo hasta situarlo en el entorno del 48% como sugería el comité de expertos para la reforma fiscal, liderado por Manuel Lagares.
Méndez ha explicado que el Gobierno también reducirá las retenciones a los profesionales autónomos y que ambas bajadas se harán en dos fases, «En el año electoral uno y en el año electoral dos».
El secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CC OO, Carlos Bravo, ha lamentado que el Gobierno haya optado por mantener el sistema de módulos para varios sectores económicos dejando fuera a algunos como los autónomos dependientes. El ministro de Hacienda confirmó el lunes a las organizaciones patronales y de autónomos que limitará el sistema de estimación objetiva para el IRPF y el IVA (esto es, que pagan en función de parámetros como el consumo eléctrico, los metros cuadrados del local o el número de empleados…) para aquellos con relación directa con el consumidor final. Es decir, quedarán excluidas aquellas empresas vinculadas al sector de la construcción y al transporte de mercancías, tradicionalmente vinculadas con nichos de fraude fiscal.
Montoro también ha trasladado a los sindicatos su intención de bajar el Impuesto de Sociedades del 30% al 25%. Los representantes de los trabajadores creen que esto beneficiará sobre todo a las grandes empresas. Aunque la doctrina fiscal no habla de progresividad en el impuesto sobre sociedades sino más bien en el IRPF.
Según ha dicho Méndez,también “da la impresión de que el Gobierno no tiene intención de tocar los impuestos que gravan el alcohol y el tabaco”.
Los sindicatos han hecho una valoración general de los planteamientos del ministro, pero han resaltado la importancia de esperar a conocer la letra pequeña para valorar cada cambio.
Por otra parte, han lamentado que el Gobierno inscriba esta reforma en un escenario de «intensificación de la recuperación económica» que genera varias dudas y que no permite fiar el aumento de la recaudación al tirón económico.
A su parecer, habría que trabajar en un escenario de mayor ambición recaudatoria mejorando la lucha contra el fraude fiscal con un aumento del número de efectivos de la Agencia Tributaria. De la misma forma, ha resaltado la necesidad de potenciar el crecimiento desde el consumo a través de la mejora del poder adquisitivo de los trabajadores. Según Méndez, los salarios deben tener más protagonismo en la recuperación.
Bravo, por su parte, ha resaltado la importancia de que el Gobierno realice una verdadera reforma estructural y no un cambio para la coyuntura y para el periodo electoral que se avecina.
Tal y como ha explicado Bravo, la norma será enviada en julio al Congreso y su tramitación se alargará hasta noviembre, por lo que han pedido al ministro que abra cauces de información y contacto con los sindicatos para aportar sus propuestas.