Hay ciertos temas que no podemos precisar más que a raíz de un criterio profesional. El saber si con el paso del tiempo podemos enfermar o accidentarnos es más cuestión de qué actividades realizamos que de la suerte o el azar.
El riesgo inherente en las actividades cotidianas, ya sean por trabajo, ocio o deporte, juega un papel muy importante aunque la buena o la mala suerte tenga su porción de influencia en la probabilidad.
Es importante, primeramente, conocer las reglas que determinan una u otra condición cuando se sufre una incapacidad temporal (IT).
Qué cobraremos o dejaremos de ingresar durante la IT y cómo nos afecta el tiempo que permanezcamos de baja son los puntos más frecuentes en cuanto a problemática.
La casuística varía pues en función de nuestra actividad:
Asalariados (Trabajadores por cuenta ajena). Puesto que cotizan por todo lo que ingresan, salvo que excedan el tope máximo de cotización, sólo dejarán de percibir la parte variable relacionada con su actividad (comisiones, productividad, dietas, kilometraje, guardias, etc…). De esta manera, las personas cuya parte variable sea una parte sustancial del sueldo, verán más afectada su economía durante el proceso de IT.
Autónomos (Trabajadores por cuenta propia). Estos pueden elegir su base de cotización y por ello, la mayoría de la veces cotizan por la base mínima (actualmente 893,10€). Por otro lado, aunque se elija una base superior a la mínima, casi siempre se elije una base inferior a los ingresos reales. Con esto, en caso de IT, se percibirá el 75% de la base de cotización elegida, en el mejor de los casos, no de los ingresos reales.
Dado que lo que se percibe de IT se utiliza para seguir cotizando, los ingresos netos reales serán muy inferiores, y al ser autónomo no habrá una empresa detrás que complemente la pérdida de ingresos.
Funcionarios (Trabajadores de la Administración Pública). La pérdida de ingresos se concentra especialmente en los primeros 20 días de baja, en los que no se cobra la parte proporcional. Además se dejará de percibir el concepto de Productividad al superar los 15 días de IT. Por tanto, cuanto mayor sea la productividad, mayor será la pérdida de ingresos.
Aunque unos trabajadores dejarán de ingresar más que otros, lo cierto y verdad es que a todos nos afecta.
Se trata de valorar en qué cuantía afecta realmente a cada uno y considerar por cuánto tiempo podemos aguantar por nosotros mismos este quebranto económico.
Existen métodos para analizar estas eventualidades. A través de sistemas de análisis de necesidades se puede determinar la cuantía diaria a complementar para la obtención de un seguro privado compensatorio. Siempre diferenciando entre asalariado, autónomo o funcionario.
Por tanto, para planificar nuestra protección personal es necesario estimar la falta de determinados ingresos, y para resolver esta circunstancia se puede optar por un seguro de baja laboral que permita, en caso de necesitarlo, cobrar la cuantía diaria necesaria para que nuestra economía no se resienta.