El BCE ha anunciado una nueva bajada de tipos de interés y se sitúan en el 0,05% frente al 0,15% anterior.
La tendencia vuelve a disparar los temores de una deflación en la zona euro, lo que podría causar estragos en el pago de deuda y hacer que los consumidores pospusieran compras a la espera de precios más bajos.
En este sentido, el BCE ha actualizado sus proyecciones macroeconómicas para el conjunto de la eurozona, que contemplan un menor crecimiento en la región en 2014 y 2015 de lo anticipado en junio, así como una inflación más débil este año de lo esperado anteriormente.
El objetivo declarado de esta medida es:
- Mantener en el medio y largo plazo el nivel de inflación en torno al 2%», ante el bajo nivel de precios.
- Reactivar una dañada actividad económica y mejorar la capacidad de financiación de familias, empresas e, incluso, del Estado, el cual podría financiarse a precios más competitivos.
- Presionar a los bancos para que de una vez comiencen a hacer fluir el crédito a empresas y familias.
En este mismo sentido, el BCE ha establecido una nueva facilidad de depósito del 0,20%, frente al 0,10% anterior, con lo que presiona todavía más a las entidades financieras para que libere el dinero que mantiene depositado en la institución. Hablamos de la nada despreciable cantidad de 23.950 millones de euros y de un exceso de reservas superior a los 100.000 millones.
Consecuencias positivas
En principio, la bajada de los tipos de interés es a priori una buena noticia para los hipotecados. Aquellas hipotecas que estén referenciadas por el Euribor (más del 80% de las hipotecas en España) es probable que gocen de una reducción de sus cuotas hipotecarias dada la relación directa que existe entre la evolución de los tipos de interés y el Euribor.
Sea como fuere, si las hipotecas se abaratasen, las familias podrían contar un dinero extra todos los meses que podrían destinar al consumo u otros destinos. Según esto, si las familias cuentan con algo más de dinero y aumentan el consumo, las empresas venderían más.
Aunque esto último está por ver. Puede que las familias en vez de destinar ese montante al consumo, lo destinen al ahorro o a tapar agujeros económicos.
Otro efecto de la bajada de los tipos de interés es que ciudadanos y empresas podrían financiarse más barato. Si bajan los tipos de interés implicaría una reducción automática del tipo al que presta dinero el BCE al sistema bancario. Por ende, los créditos en general deberían abaratarse y ofrecer unos menores tipos de interés a sus demandantes.
Aunque la rebaja del precio del dinero suponga la devaluación del euro, dicha devaluación sería muy positiva para aquellas empresas cuyo negocio es el exterior. Una moneda cuyo valor sea bajo, hará que te conviertas en más competitivo, y como consecuencia, mejorarían las exportaciones.
Consecuencias negativas
El principal efecto negativo es una menor rentabilidad en los productos de ahorro. La rentabilidad de los depósitos bancarios disminuiría, por lo que sería posible un flujo de capitales por parte de los ahorradores a la renta variable con el fin de obtener una mayor rentabilidad.
Otra consecuencia inmediata sería tener un euro más débil. Al bajar el precio del dinero, se devalúa el euro frente al dólar. ¿Qué consecuencias traería consigo? Por ejemplo, viajar al extranjero, a países extracomunitarios, saldría mucho más caro ya que en el momento de cambiar tus euros, al valer menos, saldrías perdiendo.
MCA ASESORES